Para combatir la pandemia, hay padres que prefieren optar por alternativas a la enseñanza presencial, para que sus hijos puedan seguir las claves directamente desde casa. Pero, ¿existen?

Enseñanza presencial: alternativas

Para frenar la pandemia, se han llevado a cabo medidas extraordinarias. Muchas de ellas en cuanto a seguridad, siguiendo importantes protocolos para que todo vaya bien.

Claro que, los alumnos han sufrido en gran parte la consecuencia de esta crisis y muchos ya hablan de “año perdido”. Pero, ¿solo existe la enseñanza presencial en nuestro país o hay otras opciones?

Hay alternativas a la enseñanza presencial que podemos considerar:

Enseñanza online

La enseñanza online está en auge. Es una fórmula que han adoptado muchos centros educativos, por medio de aulas virtuales. De esta forma, los niños y jóvenes ya no tienen que desplazarse al centro, sino que pueden acceder directamente al contenido de la clase por Internet.

Es algo que no solo se podría aplicar a los niños en educación primaria, sino que ya se está adoptando en centros que imparten clases particulares, clases para preparar las oposiciones, etc. De hecho, parece que ha venido para quedarse; porque no solo permite ganar en tiempo, también en seguridad.

Pero también hay que tener en cuenta que tal y como están planteadas este tipo de plataformas en los niños y adolescentes, son más bien un complemento a la educación presencial. Digamos que, es una herramienta más a la que pueden disponer profes y alumnos. Pero que no termina de sustituirlo.

¿Y si el alumno no tiene acceso a Internet?

Lamentablemente, no todos los niños tienen las mismas oportunidades. En algunas casas todavía no se dispone de un ordenador para el niño o de una conexión a Internet. Es por ello, que optar únicamente por la enseñanza online en tiempos de COVID sería dejarlos fuera.

Sería interesante que hubiera algún tipo de ayuda para que estas familias vulnerables pudieran acceder a estos medios, tanto a un equipo en el que conectarse los pequeños como en una conexión a Internet. De esta forma, se podría adoptar más rápidamente la enseñanza online.

¿Y si los padres no están en casa?

Para los padres que trabajan fuera de casa y no tienen posibilidad de teletrabajar, la enseñanza online supone un problema. Evidentemente, los niños pequeños no pueden estar solos. Tendrían que recurrir a cuidadores (con los gastos que eso conlleva) o bien a abuelos, amigos o familiares.

Digamos que, esta modalidad online se puede aplicar desde los adolescentes en adelante. Es decir, jóvenes, universitarios y adultos que estudien o que impartan clases online. En el caso de los pequeños, es más complejo.

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