Termina el curso y toca hacer balance. ¡Con Pekebook, redactar boletines de notas para tu centro infantil es más fácil que nunca!

Con el verano llegan las notas. Aunque el primer ciclo de educación infantil es demasiado pronto para exámenes, es bueno que la escuela infantil envíe a los padres boletines de fin de curso. En ellos pueden reflejar los progresos del niño a lo largo del año, y orientar a la familia para que lo apoyen con las áreas en las que tiene más dificultades.

En estos niveles no es necesario que las notas ofrezcan puntuaciones numéricas como en cursos superiores. Tampoco dividir en aprobados y suspensos. Basta con establecer áreas relacionadas con las rutinas de clase y hacer una valoración del desempeño del niño en cada una. Para ello podemos usar emoticonos, por ejemplo. O evaluar comportamientos y habilidades (como “avisa para ir al baño” o “obedece a la profe”) con una escala de “siempre” a “casi nunca”. No es lo mismo una clase con bebés a otra con niños a punto de empezar el cole. Por eso es buena idea que a cada edad el boletín mida cosas diferentes.

Si tienes una agenda Pekebook, elaborar las notas de fin de curso es más fácil que nunca. A lo largo del curso, la maestra habrá evaluado el día a día de cada niño. Con estos datos, la aplicación genera estadísticas de evolución. Y éstas ayudarán a las educadoras a evaluar a los niños de forma más ágil. Si quiere, la maestra podrá complementar estos datos con comentarios personalizados. Por ejemplo, recomendaciones de actividades para reforzar determinadas áreas; orientación para los padres de los niños que están intentando quitarles el pañal de cara al cole; o simplemente, una dedicatoria cariñosa para desearles un buen verano.

Si además tu escuela desea ahorrar en papel y proteger el medio ambiente, con Pekebook puedes prescindir de boletines físicos. La aplicación generará las estadísticas de progreso y los padres las pueden consultar desde su smartphone. Si la maestra desea hacer alguna observación a los padres, les puede enviar un mensaje privado que sólo ellos leerán. Así, cada informe llegará a quien debe llegar, y se evitarán las eternas comparaciones entre los padres.

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