El virus que está circulando por la escuela infantil ha atacado a Carlos, que ha empezado a sentirse mal. Con la ayuda de Pekebook, su profe lo detecta a los primeros síntomas.

El virus intestinal ha llegado a la guardería de Carlos. Esta semana varios niños y  maestras se han sentido mal, y el centro está más vacío que de costumbre. En el aula donde está Carlos, ya son tres los niños que se han tenido que quedar unos días en casa de reposo.

Por su parte, Carlos se encontraba perfectamente… hasta hoy. Lleva todo el día lloroso e irritable. Eva, su maestra, empieza a sospechar algo al apuntar sus comidas y deposiciones en su ficha de Pekebook. Apenas ha querido comer, pero está necesitando más cambios de pañal de lo habitual. Parece que el virus empieza a hacer efecto.

Como Eva sabe que el abuelo de Carlos está autorizado para recogerlo, decide contactar con él  y atajar el problema antes de que vaya a más. Con varias profesoras de baja, si el niño empeora no tendrá ayuda para atender a la clase mientras lo atiende. Así que le envía un mensaje instantáneo al abuelo Paco:

“Hola, Paco. Carlos no se siente muy bien hoy. No ha vomitado, pero sus deposiciones son un poco raras y temo que tenga el mismo virus que han pillado otros niños. ¿Sería posible que lo recogieras un poco antes?”.

“Sin problema”, responde Paco, que cada vez se maneja mejor con Pekebook. “Pasaré por el centro de salud de camino y pediré vez en el pediatra, si tengo suerte podrán atenderlo ya”.

Tal y como Eva se temía, mientras Paco iba de camino Carlos ha empezado a ponerse peor. ¡Menos mal que ya llega el abuelo al rescate!

-He tenido suerte -explica Paco-. Tenemos vez en el pediatra dentro de veinte minutos.

-Entonces será mejor que os deis prisa. Le enviaré un mensaje a Laura y Juan para que no se preocupen cuando les llegue el aviso de “check-out” en mitad de la mañana.

El pediatra ha confirmado que lo de Carlos es un virus. No es grave, pero le ha recomendado reposo. Así que la familia Pérez ha decidido que se quede un par de días en casa con el abuelo hasta estar recuperado. Para que Eva no se preocupe, le envían un mensaje a través de Pekebook. La profe lo recibe al momento.

“Gracias por avisarme, familia. ¡Mejórate pronto, Carlos!”.

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