Si subimos fotos de las actividades de nuestro centro infantil a las redes sociales, tenemos que asegurarnos de respetar la privacidad. Con Pekebook será más fácil gestionar las autorizaciones de los padres.

A menudo las escuelas infantiles comparten en sus redes sociales o en su web fotos de sus actividades. Por ejemplo, excursiones, fiestas de fin de curso o carnavales. Esta presencia en redes sociales tiene sus ventajas: los padres pueden ver a los niños en clase; las familias pueden copiar las fotos que quieren de recuerdo; y si las familias comparten las publicaciones, la escuela puede darse a conocer a otros padres.

Pero hay algo que no podemos descuidar: la privacidad de los niños. Al tratarse de menores de edad, necesitamos el consentimiento expreso de los padres para utilizar esas imágenes en las redes sociales del centro.

Cuando subimos fotos de nuestra guardería a las redes sociales debemos tener en cuenta este consentimiento. Si todos los padres han autorizado el uso de las fotos, no será difícil. Pero puede que algunos padres acepten y otros no. Esto significa que tendremos que ser muy cuidadosos. En las fotos no podemos mostrar a ningún niño cuyos padres no lo autoricen.

Hay que tener en cuenta, además, que esta autorización es revocable. Es decir, que un padre que nos había autorizado para usar fotografías donde sale su hijo puede cambiar de opinión cuando lo desee.

Con Pekebook será mucho más fácil llevar el control de las fotos que podemos usar. Sólo hay que indicar en la ficha personal de cada niño si sus padres han dado su autorización. Así, podremos verificar rápidamente que sólo subimos fotos que estamos autorizados a usar. Y que sólo los padres que así lo desean verán las fotos de sus hijos en nuestras redes sociales.

Además, si un padre cambia de opinión, ya sea para dar su autorización o para retirarla, podremos actualizar la ficha al momento. Esto nos ahorrará tiempo y evitará errores y conflictos con los padres.

Con el servicio de mensajería de Pekebook, además, podremos resolver dudas de los padres. Por ejemplo, en qué redes sociales publica nuestro centro y quién puede ver o compartir las imágenes. Dar todas las explicaciones desde el principio facilitará un consentimiento informado. Así evitaremos  malentendidos y cambios de opinión.

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