Las fotos de la fiesta de Carnaval han causado polémica: ¿las compartimos en redes sociales o no? Pekebook viene al rescate.

Las fotos de la fiesta de Carnaval de los niños siempre hacen mucha ilusión. En la guardería de Carlos, Eva se encargó de sacar fotos a todos, tanto individuales como en grupo. Su idea era hacer un mural para clase con ellas, pero a los padres les apetece tenerlas también. ¡Estaban tan graciosos con sus disfraces!

Pero entonces llegó la polémica. Algunos padres pidieron que subieran las fotos a las redes oficiales de la guardería. Así ellos podrían buscar cómodamente sus favoritas, descargárselas o compartirlas. Pero no todo el mundo está de acuerdo. A algunas familias no les hace ninguna gracia la idea de que las fotos de sus hijos vayan compartiéndose por las redes de gente que ni conocen.-

-¿Pero qué más os da? Si están disfrazados y ni se distingue quién es quién-dice la madre de Pedro.

-Te dará igual a ti. Yo tengo derecho a elegir quién tiene fotos de mis hijos. Si quisiera que hubiera fotos suyas por las redes, tendría yo una cuenta- replica el padre de Jose.

-¿Y si hacemos una lista?-opina el padre de Marta.Apuntamos a quiénes no les importa que suban las fotos. Y quiénes no quieren que salgan sus hijos. Se la pasamos a la profe, y ya ella que vea qué fotos pueden subirse.

-¡Sí, no tiene la pobre nada mejor que hacer que mirar foto por foto!-replica Laura.

Eva ya está cansada de la discusión. Al final, las fotos de la fiesta le van a dar más quebraderos de cabeza que la fiesta en sí. Casi le gustaría viajar en el tiempo, y volver a la época de los carretes de fotos.

Mientras está gestionando el check-out, pilla al vuelo una conversación entre dos padres. Están sugiriendo que las maestras pixelen las caras de los niños que no puedan salir en las fotos. Así podrán subirlas a la página de la guardería sin problema. Y ahí la profe decide plantarse.

-Muy bien, esto es lo que vamos a hacer. A lo largo de la tarde os mandaré a cada uno por Pekebook las fotos de la fiesta de vuestros hijos. Así el que quiera las puede compartir en sus redes. Y quien no, la tiene en su móvil o se la puede imprimir. O guardarla en el ordenador, si prefiere. Os enviaré también a todos una foto de grupo. Quien quiera, que lo comparta en sus redes en privado. O que tape la cara de los niños que no quieran salir.

-¿Y es seguro lo de andar enviando las fotos con la agenda digital? No sé si fiarme- dice el padre de Jose.

-Totalmente seguro, toda la información está codificada. A menos que le des a alguien tu contraseña, nadie puede acceder a las fotos.

-Me parece perfecto -dice Laura-. Es más, si quieres, puedo pasarte el vídeo que grabé cuando estaban haciendo la comparsa por el patio. Así puedes enviárselo a todo el mundo por Pekebook, que es más seguro.

Y así, por fin, se llegó a un acuerdo. Esa tarde todos recibieron las fotos de la fiesta donde salían sus hijos. ¡Más el vídeo de Laura! Eva, por su parte, tomó una decisión. En la siguiente fiesta, sacaría fotos individuales y las mandaría al momento por Pekebook. ¡Fin de las discusiones!

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