Objetos perdidos, prendas que acaban en la mochila de otro niño, juguetes que quedan en clase… usa Pekebook para avisar de las pérdidas y hallazgos y evita las búsquedas a deshora.

Los objetos perdidos u olvidados son un clásico en cualquier centro infantil. Material escolar que acaba en la mochila que no es, prendas que no llegan de vuelta a casa…

Generalmente los objetos perdidos acaban apareciendo. Y las pertenencias olvidadas acaban por volver con sus dueños. Pero antes pueden provocar más de un quebradero de cabeza. ¿Cómo pueden entorpecer nuestro día estos pequeños despistes?

Por un lado, por las búsquedas en el peor momento. Es la hora de llegada o salida de los niños, y algún madre o padre pregunta a la maestra por una prenda del niño que falta. Buscar el objeto extraviado distraería a la educadora en un momento de gran actividad. Y al tener que centrarse en el check-in o check-out, es posible que pasado un rato olvide qué debía buscar.

Además, si los padres usan alguna app de mensajería instantánea para comunicarse, los objetos perdidos pueden dar lugar a un hilo interminable de mensajes que distraigan a las familias en su día a dia. Si esto sucede a menudo, las relaciones entre los padres de nuestros alumnos pueden volverse más tensas.

No podemos evitar que alguna vez se pierdan u olviden cosas. Pero podemos minimizar las molestias que provocan estos olvidos. Sólo tenemos que buscar un sistema de comunicación eficaz para gestionar estas situaciones. Y aquí es donde la agenda digital Pekebook puede ayudarnos.

Por ejemplo, si una madre descubre que su hijo ha perdido un objeto personal, puede enviar un mensaje directo a su maestra. Como el centro puede elegir los horarios de chat, la maestra lo leerá en un momento en que pueda dedicarle su atención. Será más fácil encontrar el objeto en un momento de calma, que mientras recibe a todos los niños.

En caso de que el objeto no esté en clase, la maestra puede enviar una circular pidiendo a los demás padres que revisen las mochilas por si otro niño lo llevó por error. Los padres que lo encuentren pueden dejarlo en el centro o devolverlo al propietario. La confusión se resolverá rápidamente, evitando un aluvión de mensajes molestos para el resto de padres.

Cuando es la maestra la que encuentra objetos perdidos en clase, puede actuar de dos formas. Si hay una etiqueta con el nombre del propietario, puede enviar un mensaje directo a los padres. Si no, puede enviar una circular con una descripción del objeto, para que los propietarios lo reclamen al día siguiente.

De este modo, los objetos perdidos u olvidados volverán con sus dueños más rápido, y el ritmo de la clase se verá menos afectado.

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